El pasado miércoles, 21 de octubre, fue el Día Mundial del Ahorro de Energía y el próximo sábado, 31 de Octubre, aparte de ser Halloween, es el Día Mundial del Ahorro, por eso he decidido dedicar esta semana a hablar del ahorro en la empresa.
Tener presente el ahorro dentro del análisis y previsión financiera de tu negocio, es importante para conseguir tener una empresa saludable financieramente. Incorporar el ahorro en tu planificación de cuentas, marcarte unos objetivos, así como definir su finalidad, replantearte de vez en cuando tu forma de trabajar para buscar formas más eficientes que te permitan ahorrar, son aspectos que acostumbramos a dejar de lado cuando gestionamos nuestros proyectos, y prestarle atención puede suponer un cambio en la salud financiera de cualquier empresa.
Así que hoy, en este artículo recopilo algunos consejos para ahorrar en el coste de energía de tu negocio, con el objetivo de que mejores en la medida de lo posible tu margen de beneficio, pero también para contribuir a una forma de trabajar más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Aclarar antes, que ahorrar en el coste de energía de una empresa, depende mucho de las características de ésta. Una empresa que tiene maquinaria, que está todo el día en funcionamiento, no tiene los mismos costes mensuales de energía que una empresa de servicios que tiene el suministro necesario para mantener una oficina. Por eso, los consejos que te voy a detallar a continuación son muy genéricos y están basados en el perfil de cliente con el que yo suelo trabajar.
La idea que quiero transmitirte es que se puede ahorrar en todas las empresas con pequeños gestos, la dificultad está en que acostumbramos a ir en piloto automático y siempre trabajamos y hacemos las cosas de la misma manera, sin analizar ni cuestionarnos si hay otras formas de actuar más eficientes. Por lo tanto, si mis consejos no encajan con tu empresa, no quiere decir que no tengas posibilidades de ahorrar costes de energía en tu negocio, se trata que te replantees tu forma de actuar.
Y dicho esto, vamos al lío.
Analiza con detalle tus consumos de energía
Como siempre, antes de tomar cualquier decisión, tienes que estudiar tu costes asociados. Repasa las facturas de los meses anteriores, detecta cuáles son tus consumos habituales, las empresas proveedoras y las tarifas que tienes contratadas. También fíjate cómo trabajáis en la empresa, qué rutinas tenéis que os hacen consumir energía, qué maquinarias o electrodomésticos usáis y cuáles son sus consumos…. Para tomar medidas, hay que conocer bien la situación.
Estudia el mercado y escoge bien a tus proveedores de servicios energéticos
En los últimos años el mercado energético se ha diversificado, tenemos varias empresas de luz, gas y energías renovables, así que no te quedes con la primera opción. Todos o la mayoría de nosotros (incluída yo) caemos en el error de contratar la empresa que ya tenía el local donde tenemos las oficinas, o la primera que se nos presenta y la mantenemos como proveedor habitual para siempre, sin estudiar los precios de la competencia y las distintas tarifas a lo largo del tiempo, ya que van variando. ¿Esto qué quiere decir? Pues que ya tienes faena, te toca ponerte a estudiar las propuestas de las distintas empresas. ¡Cuidado con las ofertas!. No te quedes con el mensaje de marketing que es lo que siempre resaltan. Léete la letra pequeña, los detalles y haz números. Tus números. No lo que me conviene a mí, te sirve a ti: cada empresa es distinta.
Incorpora nuevos hábitos de consumo
Este consejo está muy dirigido a oficinas pero analizando cada realidad se puede aplicar en todos los casos. Es cierto que si tu negocio conlleva usar maquinaria pesada es más difícil reducir los consumos con pequeños gestos, pero seguro que hay algún pequeño cambio que puede mejorar la eficiencia energética. ¡Vamos allá! Recuerda apagar siempre los aparatos eléctricos y del todo, es decir el botón del stand by del ordenador o la impresora también, porque gastan. Controla el uso de la luz, intenta aprovechar al máximo la luz natural. Hay que ser responsable con los aires acondicionados y las calefacciones, no hace falta tener que ir con una chaqueta en verano porque la refrigeración está a tope. En verano uno se viste de manga corta o tirantes y en invierno con jerséis. Se recomienda tener la temperatura de las estancias en 21º durante todo el año, independientemente de la estación del año.
Apuesta por las energías renovables
Son más eficientes y más respetuosas con el medio ambiente. Es verdad que suponen una inversión, pero depende del coste energético que tenga tu empresa, destinar parte de tus ingresos o ahorros a renovar tus instalaciones o maquinaria, a la larga puede compensarte. No hace falta que lo haga todo a la vez, pero puedes diseñar un plan de inversiones a corto-medio plazo para mejorar tus instalaciones y conseguir una empresa eficiente energéticamente.
Esto son algunas acciones que puedes llevar a cabo para empezar a ahorrar costes de energía en tu empresa. El quid está en dar el paso, ya que supone cambiar unos hábitos que tenemos muy adquiridos. Pero se trata de ir poco a poco, y a la larga habrás conseguido tener una empresa más sostenible y respetuosa con el entorno y el medioambiente, a la vez que más eficiente en la actividad diaria, lo que se traducirá en un ahorro de costes.
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