Estamos viviendo un momento complicado para muchos emprendedores y pymes. La COVID-19 nos ha desmontado y ha generado una crisis económica, de la cual empezamos a vislumbrar sus consecuencias, pero aún no estamos seguros de cuáles serán finalmente ni cuánto durarán. Así que, para muchos, las perspectivas son un poco negativas.
Y no te voy a engañar, ni voy a insistir en el tópico de que una crisis siempre es una oportunidad. Es cierto, que a veces puede generar una catarsis que te lleve a una posición nueva y fructífera, pero otras veces eso no sucede. No obstante, mi intención con este artículo no es ponernos pesimistas y lacrimógenos. ¡No! Todo lo contrario. Lo que pretendo con este post más reflexivo es animarte, decirte que no te rindas, que tú y tu negocio sois muy importantes para la economía de este país y por eso tienes que luchar con uñas y dientes para salir adelante. Y que no estás sólo, somos muchos, y por eso es importante que ahora nos apoyemos unos a otros, porque entre todos sumamos.
Los autónomos, emprendedores y Pymes suponemos el 65% del PIB de España, dicho de otra manera, sustentamos en gran medida la economía del país. Por lo tanto, si nuestros negocios se hunden, la economía no funciona y esto influirá a los jóvenes que tendrán menos oportunidades para salir adelante, a nuestras familias que se verán afectadas por los recortes o el desempleo, y a los mayores que verán como el estado del bienestar, que ahora tanto necesitan, se descompone.
Entramos en una crisis. En esto, estamos todos de acuerdo. Pero es una crisis asimétrica y no coyuntural como la del 2008. ¿Esto qué quiere decir? Que la economía no se detiene para todos igual, sino que hay sectores que están funcionando muy bien, y otros en cambio, están padeciendo las consecuencias de la pandemia de forma brutal. Por lo tanto, la salida de la recesión será más rápida y más fácil. Según algunos estudios, por ejemplo el de Sage, se prevé que a partir del segundo semestre de 2021 recuperemos la facturación de principios de 2019. Ahora parece que falta mucho, pero superar una crisis en un año, no está mal.
A los emprendedores, pymes y autónomos que trabajáis en uno de los sectores donde las cosas van bien, es momento de afianzar lo que tenéis y ser precavidos, crear un plan de contingencia, porque si algo nos ha demostrado la Covid-19 es que en cualquier momento todo cambia. A la vez, seamos solidarios con nuestros compañeros de viaje, es decir los otros negocios que están sufriendo la crisis: saliendo a consumir (con responsabilidad y conciencia social), pensando en las empresas cercanas, estudiando la posibilidad de convertirlas en proveedores, compartiendo el know-how o la experiencia digital si es el caso, para que puedan adaptarse y sobrevivir. Todo gesto, suma. Y como decía antes, cuanto mejor nos vaya a todos, mejor irá la economía.
A los que habéis visto reducida vuestra actividad y lo estáis pasando mal, sobre todo sectores relacionados con hostelería, comercio y ocio, probablemente ahora estáis más endeudados y lo estáis sobrellevando o bien con recursos propios, o quizá habéis tenido que recurrir al crédito. Si te encuentras en este caso, no desfallezcas, y ya sé que no es fácil viendo como los gastos se mantienen y los ingresos van menguando o son inexistentes. Es momento de reflexionar, de buscar alternativas, a lo mejor de pivotar, cambiar el modelo de negocio, pero mantenerse a flote porque lo peor que nos puede pasar es que las pequeñas empresas cierren por falta de liquidez, tenemos que conseguir salvar el tejido empresarial entre todos.
En definitiva, ahora más que nunca toca apoyarnos. Y me sumo, ¿y tú?