Antes de iniciar el año seguramente hiciste una proyección de ventas para este 2020, basándote en los datos de ejercicios anteriores. En función de esta previsión, obtenemos conclusiones sobre cómo podemos actuar durante el año siguiente: cuánto debes invertir, si debes ahorrar, etc.
Si lo hiciste bien, en esta previsión de ventas seguro que hiciste varios escenarios buenos y malos, pero en ningún momento pensaste en el coronavirus, ni tú ni nadie. El coronavirus ha trastocado los planes económicos de todo el mundo, empresas y particulares, y ahora te encuentras que los números que hiciste no te sirven y no sabes cómo actuar, si tienes que despedir gente, si vas a poder sobrevivir, si deberías pedir un préstamo… Vamos a ver que puedes hacer.
Si tu empresa no está dentro de los sectores que ahora mismo se consideran “revalorizados” con esta crisis (alimentación, salud, servicios online…), y estás viendo cómo han caído las ventas, lo primero es asegurar la liquidez.
Se calcula que entre el 50-60% de las empresas viven al día. Las Pymes y microempresas entran en un momento preocupante, ya que su cash flow no siempre es el más adecuado.
Garantiza la liquidez
Renegocia los plazos de pago y si no lo has hecho ya, renegocia el pago del alquiler.
Si hasta ahora tu empresa funcionaba bien y tenías unos ingresos estables que te dejaban un resultado positivo, pero ahora tienes un problema puntual de falta de liquidez, puedes contratar líneas de crédito bancario para hacer frente a los pagos inmediatos (aprovecha que -de momento- no hay restricciones crediticias). Esta opción solo es recomendable cuando la empresa no arrastra problemas de facturación, es decir, que si el problema ya venía de un nivel de ventas insuficientes (resultado de explotación negativo) entonces, en general, no es buena idea seguir endeudándose, porque solo acumularemos más gasto y la rueda se hará más grande
Las líneas de avales del ICO son una buena opción. Se han abierto exclusivamente para facilitar el mantenimiento del empleo y paliar los efectos económicos del COVID-19. (Importante recordar que la financiación no se podrá utilizar para cancelar deudas preexistentes).
Las principales fuentes de entrada y salida de dinero en la empresa son los clientes y los proveedores. Habla con las dos partes, y proponles los periodos de pago y cobro que necesites para cubrir tus pagos más inmediatos. Siempre intentando cuidar la relación a largo plazo, habrá veces que tengamos que ceder para mantener el negocio.
Protege a tus empleados
Si tienes trabajadores a tu cargo, recuerda que son el activo principal de la empresa, por lo tanto apuesta por ellos, da confianza, ya que el líder tiene que transmitir seguridad, no sembrar incertidumbres, aunque no sepamos exactamente cómo vamos a trabajar a partir de ahora.
Revisa escenarios de ventas y gastos para ver hasta qué punto podrías mantener el mismo equipo. Si en los próximos meses, tus escenarios de ventas más pesimistas se van cumpliendo y el negocio se va reduciendo, quizá sea el momento de prescindir de parte del equipo. Pero ten en cuenta que esto supone costes de despido bastante altos. Valora el reparto de tareas para que no ocurra que tengas que recontratar pasados unos meses cuando todo vuelva a “la normalidad”.
Revisar decisiones
Puede ser que tengas que congelar o retrasar inversiones que tenías previstas si no tienes suficiente liquidez para llevarlas a cabo. Pero si no es tu caso y tu previsión de tesorería es buena, es un buen momento para reformular las bases de tu negocio e invertir en mejoras que afecten a la imagen, la web, el marketing, la comunicación, la estrategia, etc.
Previsión de impagos
En esta situación puede ser que clientes que siempre han pagado, ahora se retrasen en los pagos o incluso dejen de pagar. Por lo que hay que tener cuidado a la hora de valorar los cobros pendientes y tener a mano alternativas por si esto ocurre.
Revisar oportunidades
Seguramente podemos detallar una lista de cosas y tareas que se han parado durante estos meses, que nadie ha hecho y que quizá no hace falta hacerlas en la empresa. Reasignar funciones o implementar nuevas tecnologías que puedan disminuir costes, cualquier mejora en la estructura productiva es bienvenida.
Lo más importante es proteger el margen de resultado y salvar el año. Todas las crisis provocan incertidumbre, especialmente en los mercados financieros, pero históricamente también sabemos que de media en 3 ó 4 años se recuperan. De aquí saldrán muchas empresas reforzadas, y algunas, las que ya están tocadas, se caerán. Pero las consecuencias y secuelas serán más profundas en función de lo que hagamos todos.
Si dada la situación no sabes qué acciones concretas llevar a cabo para mantener tu empresa a flote, contacta conmigo en hola@bloomfinance.es y juntos analizaremos las posibilidades que tienes para reaccionar, antes de que sea demasiado tarde.