Aún a riesgo de sonar demasiado insistente, siempre repito que el control de tus finanzas es la clave para definir la estrategia de negocio a todos los niveles. También la estrategia de marketing.
Conocer el presupuesto de que disponemos para invertir en acciones de marketing y comunicación, es un dato que deberíamos tener presente a principios de cada año en nuestro plan financiero, para poder a partir de aquí, establecer las acciones que mejores resultados nos puedan traer.
Presupuesto de marketing
El dinero con el que contamos para promocionar el negocio, lo obtenemos de las cuentas anuales. Una vez cerramos el año y vemos qué volumen de facturación hemos tenido, analizamos los costes fijos y variables, restamos amortizaciones e impuestos y obtenemos el resultado del ejercicio. Con toda esta información se decide cuánto dinero se va a dedicar en el siguiente ejercicio a marketing y comunicación, cuánto se destinará a inversiones, a renovación de equipos, contratación de personal, o incluso a reparto de dividendos.
Una vez establecemos el presupuesto de marketing, profundizamos en cómo la contabilidad nos puede ayudar a rentabilizar el esfuerzo que hacemos en marketing.
El análisis de costes aplicado al marketing
La contabilidad de costes o analítica, es un conjunto de técnicas, que nos permite conocer los costes de los productos o servicios. A partir de esta información podemos tomar mejores decisiones estratégicas, por ejemplo:
Eliminar productos poco rentables o potenciar aquellos que nos dan más margen
El precio de venta de un producto o servicio se suele marcar en base al análisis de precio de mercado. Este precio depende de la política de marketing que queramos diseñar para nuestra empresa, no obstante, podemos fijar precios de venta orientativos en base al precio de coste.
Nuestra estrategia de comunicación se enfocará en promocionar aquellos productos que previamente hemos estudiado que nos conviene vender, bien porque los costes son más bajos o bien porque el precio de venta es más alto, el caso es que el margen de contribución es superior al resto de productos de catálogo y nos interesa que se vendan más.
Competir en precios sin bajar del precio de coste
Podemos analizar el rango de precios en los que se están moviendo nuestros competidores y ofrecer precios especiales para un determinado tipo de cliente sin bajar de nuestro precio de coste. Puede ser manteniendo un precio fijo más bajo o lanzar una oferta puntual para fidelizar a ese cliente.
Mejorar la rentabilidad del stock
Tener un cálculo estimado de lo que vamos a vender, nos permite hacer una apuesta del inventario que vamos a necesitar. Si conocemos de antemano qué productos son una apuesta segura porque aportan más al negocio y además tienen salida porque el cliente lo demanda, podemos prever el inventario de lo que vamos a fabricar y no acumular stock innecesario que solo supone más gastos para el negocio.
Subcontratación del proceso productivo
Conocer el coste por departamento de nuestra empresa nos da pistas para valorar la subcontratación de algunas partes del proceso productivo, ya que quiza nuestros costes sean superiores a los de otras empresas que podemos subcontratar. Con ello podemos ganar nuevos recursos para aumentar la producción, y dedicar dinero y esfuerzos a la comercialización y la distribución, así como a aquellas actividades que permiten generar valor añadido, como la I+D+i, diseño de producto, branding, marketing, servicio de atención al cliente y postventa, etc
Así que de cara a la segunda mitad del año, aún estás a tiempo de coordinar las áreas del negocio de manera que la parte financiera te ayude en tu estrategia de marketing y los resultados a final de año sean beneficioso para tu negocio.