Uno de mis primeros trabajos fue trabajando en una conocida cadena de supermercados, como cajera. Tenía 18 años y estaba estudiando, por lo que era una manera de compaginar estudios con tener unos pequeños ingresos para mis gastos y así tener un poco más de independencia.
Aparte de servirme para entrar en el mundo laboral y ver la realidad de lo que supone esto de trabajar -que cuando tienes 17 años estás impaciente y te parece lo más, porque solo piensas en que vas a tener tu propio dinero- trabajar en el Caprabo me sirvió para darme cuenta de que el orden y el control de las entradas y salidas de caja y el stock diario, es imprescindible para llevar un negocio.
Seguro que más de uno de los que me estáis leyendo habéis trabajado alguna vez en un supermercado, una tienda de ropa, un hotel o un bar. Mis compañeros de clase trabajaban en negocios de este tipo. Y seguramente sabréis que el peor rato para el trabajador, claro está, es el cierre. Primero de todo porque era última hora, estabas cansado y lo único que querías era irte a casa o salir con los amigos, y después porque los días que no cuadraba la caja sabías que el tema se iba alargar un rato.
Y si, no era el mejor momento, pero el arqueo o cierre de la caja, hace que este tipo de negocios sepan cada día lo que ha pasado en su empresa: cuánto dinero se ha ingresado, cuántas devoluciones han tenido, las pérdidas diarias por productos defectuosos o en mal estado, etc. La información pasa de cada tienda a la central, que diariamente tiene datos agregados de resultados vs objetivos.
Toda esta información nos da mucha capacidad para reaccionar: para poner en marcha promociones y ofertas; para calcular cada día el stock que necesitarás; aumentar ventas en algún producto que ya ha perdido rotación; para mover los productos que menos se venden de un sitio a otro y que tengan más visibilidad; para pactar acciones de marketing con empresas y marcas y ofrecer degustaciones, actividades, etc.
Pues todo este control es IMPRESCINDIBLE en cualquier negocio para aumentar las posibilidades de supervivencia y asegurar su rentabilidad. Es obvio que depende el tipo de empresa, este control de tesorería y ventas no es necesario hacerlo cada día, porque el movimiento diario no lo requiere. Por ejemplo, en empresas de consultoría o asesoría, como Bloom Finance, en la que ofrecemos asesoría financiera, no entra cada día un cliente nuevo. Por lo tanto no tiene sentido hacer estos cálculos a diario, pero sí que es interesante hacerlo cada mes (o como mucho cada trimestre) para ver la tendencia y hacer comparativas con años anteriores, evaluar acciones que has puesto en marcha durante el mes, y ver lo que funciona y lo que es necesario cambiar..
Pero lo que tengo muy claro y el aprendizaje que saqué de ese tiempo trabajando como cajera, es que si no quieres perder las riendas de tu negocio, controla los números y revisa constantemente la contabilidad y tus datos financieros, así podrás dirigir tu negocio hacia allí donde quieras.