Tomar la decisión de emprender no es fácil por todo lo que conlleva: salir de tu zona de confort, cambiar tu forma de vivir y por lo tanto poner en riesgo la vida tal y como la conoces ahora. También quiere decir, invertir dinero sin saber del cierto si lo vas a recuperar… Es un riesgo, o mejor dicho, nadie te asegura que tu idea de negocio vaya a tener éxito.
Por eso, si estás planteándote emprender, yo te animo a que lo hagas pero con paso firme y seguro, de forma que la posibilidad de fracasar, que siempre existe, sea la mínima posible. ¿Y cómo hacerlo? Pues siguiendo estos pasos y no saltándote ninguno:
1. Valida tu idea y define tu modelo de negocio
Todos tenemos ideas, y nos parecen increíbles. Es más, cuando estamos pensando en emprender creemos que nuestra idea es muy buena, que va a tener éxito seguro y por lo tanto nos confiamos. Este es el mayor error que puedes cometer.
Así que si tienes una idea, valídala. ¿Cómo? Consulta con expertos, con las personas que pueden ser tu potencial cliente pero no les pidas simplemente su opinión, sino plantéales si ellos comprarían tu servicios o producto, qué les gusta, qué no y por qué. Y no valen tu familia ni tus amigos, ni tantear solo dos o cuatro personas. Realiza un buen trabajo de campo.
Esta validación te puede dar información muy valiosa. En primer lugar saber si tu idea de negocio despierta algún tipo de interés en el mercado. Si ves que sí, la información que hayas recogido la puedes utilizar también para concretar más tu producto, para mejorar tu servicio e ir definiendo el modelo de negocio.
Ahora bien, si el resultado de estas entrevistas no es positivo, no te empeñes, ¡descarta la idea!.
2. Analiza el mercado
Sumérgete en tu mercado, pero muy a conciencia. Estúdialo a fondo, empápate. Que sepas en qué situación se encuentra, cómo ha evolucionado durante los últimos años (si ha crecido, si está estancado.…), qué empresas son sus máximos exponentes, cuáles han entrado recientemente, las innovaciones que ha experimentado.
También estudia cómo funciona todo: la competencia, las distintas estrategias que llevan a cabo, sus consumidores. Recopila el máximo de información de manera que, puedas decidir sin ninguna duda, cómo enfocas tu negocio, en qué segmento del mercado te vas a posicionar, qué líneas de actividad vas a explotar sabiendo que pueden tener buenos resultados, etc.
Y por qué no, aprovecha para estudiar, para formarte en aspectos de tu mercado que desconozcas, siempre estarás más preparado para lo que te puedas encontrar cuando pongas tu idea en marcha.
Te lo digo con conocimiento de causa, yo junto a otros socios, decidimos emprender en su día con un negocio de bolsos sin saber nada de este mercado y así nos fue….
3. Plan de negocio
Una vez ya tienes claro tu negocio y cómo lo vas a materializar toca bajarlo a la realidad y ver si es rentable. Hacen falta los números. Conocer los costes fijos y variables que vas a tener, calcular la inversión que necesitas, poner precio a tus productos o servicios y lo que es más importante, fijarte unos objetivos de ingresos para poder hacer viable tu empresa.
Esta fotografía te va a servir para saber cuánto tiempo vas a tardar en tener un negocio rentable y si eres capaz de aguantar hasta entonces. Es decir, si económicamente tu idea tiene salida. A partir de aquí, tú decides si seguir adelante o no.
4. Busca financiación
Teniendo la previsión de los números de tu negocio, ya puedes ir a buscar financiación, ya sea mediante las entidades financieras (préstamos, pólizas de crédito, microcréditos), los avales de Sociedades de Garantías Recíprocas, ayudas o subvenciones, capital riesgo, Business angels, etc.
Analiza muy bien todas las alternativas, compara las ofertas de las distintos entidades, consulta a otros emprendedores o a asociaciones de empresarios. Sé perseverante, conseguir financiación puede suponer un buen impulso inicial para tu negocio.
5. Decide si pasas a la acción
Cada uno de estos pasos te dará un resultado, positivo o negativo, pero realista. Y lo que hagas con esa información es responsabilidad tuya, solo tuya. Pero con toda la documentación que habrás recogido tienes suficiente información para hacer una radiografía de tu proyecto y saber si vas a perder dinero o si puedes crear una empresa rentable y un proyecto que te apasiona. Así pues, solo quedará decidir si dar el paso y emprender ahora o esperar una nueva oportunidad.
Solo una última cosa, mi humilde consejo: no te tires a la piscina sin agua.